Sunday 17 April 2011

Operación de rodilla 2

¡Saludos!

Por si usted no se dio cuenta, el 3 de enero me operaron del pie. Bueno, mañana 18 de abril se llegó el partido de vuelta, de hecho, y de una manera muy literal, la partida de vuelta. ¡Así es niñas y señores, mañana me operan de nuevo!

Una vez más, la operación será en Envigado, en el Hospital Manuel Uribe Ángel, y el doctor será el mismo. La operación, la cual se llama osteotomía de tibia se llevará a cabo a las 10am.

A la pregunta, ¿qué es la operación?, les recomiendo que lean esta entrada anterior, pero les puedo resumir que es una operación en la cual me partirán la tibia, luego me pondrán un injerto de hueso, para finalmente clavar una placa de titanio.


Eso era en teoría, en la práctica la primera rodilla quedó más o menos así:


Listo, hasta ahí con las foticos.

¿Duele la operación?
Digamos que sí, pero afortunadamente existe la anestesia. Recuerdo en la primer operación, cuando me levanté como el dolor de seis vagones del metro (o unos diez articulados del transmilenio) sobre la tibia. ¡Un dolor ni el hijuemadre!. Igual los primeros días hay muchos medicamentos, hasta inyecciones durante los primeros cuatro días para el dolor.
Obviamente, el mar de opiáceos legales en el cual está uno inmerso es el tal, que ni siquiera te das cuenta de qué está pasando.

¿Cómo que opiáceos legales?
Dado a que soy alérgico a la aspirina, al ibuprofeno, y quien sabe a cuantas cosas más, los médicos me recetan siempre opiácidos legales y sintéticos. Para el caso de esta operación me recetan codelina y tramadol. Es como si metiera un poquitico de heroína o morfina. ¡Elimina todos los dolores!...Bueno, los esconde.

¿Algún momento doloroso que recuerde?
Si, llevaba unos diez días de operado, y eran alrededor de las 2am, y me levanté para ir al baño. Cuando me acostaba de nuevo se me doblo la rodilla de lado. En ese momento sufrí una especie de esguince maluco en la rodilla, de hecho, con un movimiento de esos me había lastimado el cruzado hace muchos años.
Ese día a las 2am me lastimé el cruzado y obviamente 3min después mi rodilla era como un balón de fútbol. 5min después parecía un balón de basketball. Fue mucho hielo y mucho tramadol esa noche. No logré dormirme hasta las 7am.

¿Qué espera después de la operación?
A corto plazo no sé. A largo plazo menos. Solo sé que estoy que me meto a una cancha de fútbol, montar en bici y cosas así. Quiero una vida normal sin preocuparme porque después de hacer deporte me tenga que poner hielo para que no se me hinche la rodilla.

Dicen que su recuperación de la primera operación fue rápida, ¿algo lo motivó?
Si, algo me motivaba y mucho. Yo me moría por ir al concierto de Paramore en Bogotá el 2 de Marzo y esa era mi fecha. Tenía dos meses, unos 60 días para estar a punto para estar en primera fila de un concierto de Rock, de hecho Punk, o Emo. ... Esa era mi motivación, me concentré en las fisioterapias, los ejercicios, todo muy juicioso y mucho trabajo personal.
Finalmente si estuve a punto, caminando sin muletas, sin bastón, de hecho, sin cojear para la fecha, y no pude ir al concierto porque tuve que dar clase ese día hasta las 6PM. Tenía la plata hasta para ir en avión pero no pude. ¡Si, me quería matar!

Veo, ¿y algo lo motiva para esta operación?
De verdad no he pensado en eso. Sé que en Julio tengo que estar muy bien, sin cojear ni nada por el estilo, ya que tengo un viaje a hacer una ponencia en Grecia. Basándome en la recuperación pasada, sé que para ese día estaré. También sé que para el 25 de junio tengo que estar a full para el matrimonio de un par de amigos de la infancia.

Ok, ¿y de esta operación algo más para contar?
De verdad poco. Me siento muy incómodo porque estar enfermo es la patada. A mí no me gustan que me hagan las cosas por mí, y en las primeras semanas es inevitable. ¡Me siento como un completo inútil!

Como que no le gusta que hagan las cosas por usted, ¿explíquese?
No me gusta, de hecho en la operación anterior me sentí muy bien cuando fui capaz de pararme de la cama la primera vez por mis propios medios. Es demasiado humillante tener que llamar a alguien para levantarse, para ir al baño, para tomar algo de agua. ¡Es denigrante y humillante, pero lastimosamente toca!

Finalmente, ¿tiene miedo?
¡No para nada! ...... no mentiras, si tengo miedo. En la operación anterior venía de dos semanas de vacaciones. Ahora vengo de dos semanas donde duermo unas 3h del día, mucho stress, muchas preocupaciones, muchas frustraciones.
Además, en la anterior llegaba con un optimismo chévere. Ahora he perdido algo de esa confianza.

Sunday 3 April 2011

De violencia, tolerancia y cuentos malucos


Sábado 2 de Abril, Estadio Atanasio Girardot. La cita, el popular clásico montañero entre del Deportivo Independiente Medellín y el Club Atlético Nacional.

Hasta ahí y en otras épocas, el súper plan, plan familiar y de amigos, todos juntos a la cancha y en paz. Pero no, eso en este país no pasa, no en esta ciudad, y no señores, no es el fútbol, es la sociedad el problema. En las próximas líneas intentaré contextualizar lo que pasa, porque pasa y porque va a seguir pasando, al menos mientras tengamos los mismos dirigentes.

Empecemos con el transcurso normal de la tarde, el punto de encuentro, la estación de metro, todos los de la minoría vestidos de civil, y unos muy pocos probones, vestidos de rojo, pero igual se siente el miedo de ser agredido en la misma estación del metro; igual es a la llegada, si bien el estadio tiene su estación de metro cerca, nuevamente a los de la minoría nos toca bajarnos en otra estación, porque lo que pasa es simple, te bajás en la 70 y no salís vivo.

Después de llegar a la entrada estadio, todo muy "normal", solo que se siente esa calma tensa, esa que uno siente cuando sabe que algo feo va a pasar. ¡Y efectivamente...!

Primer anillo de seguridad, filas interminables, policías displicentes y sobre todo, una pésima requisa. Perdón, ¿Requisa?, porque yo pasé campante, ni me tocaron ni me hicieron abrir el bolso y ni me pidieron boleta. Nada de nada.

Antes de entrar, más problemas, y para contextualizar, la tribuna de oriental tiene una capacidad para casi 19,000 espectadores, pero por las obras que ahora se realizan, solo se habilitaron 11,000 para el clásico. Ok, son 11,000 personas y solo hay 3 puertas. Peor aún, una de esas puertas es preferencial, así que hay 2 puertas (4 filas) para 10,500 personas, además de eso, cánticos llenos de odio, lluvia, carabineros empujando a la gente. Terrible. Norte y Sur tienen capacidad de 10,000 espectadores y cuatro puertas. Igual es poco, pero no es un despropósito.

Adentro, todo muy normal, y como ha sido desde que la violencia ha tomado tanta fuerza en el estadio, en Oriental unos 10,500 hinchas de Nacional y unos 500 del Medellín, 500 y bajando. De fútbol se habla poco en este blog y hoy no será la excepción, pero si mencionaré lo que pasó, lo que la prensa no informó (como cosa rara).

Transcurrían 16 minutos de la segunda mitad cuando Dorlan Pabón marca para el Nacional el tercer gol, júbilo verdolaga en la tribuna del coloso de la 74. Con ese gol comenzó todo. Algunas “cosas”, (una persona que piense no haría nada de eso), se acercaron a la baranda que separa oriental de norte (tribuna donde se ubican las barras del Medellín) a cantarle el gol en la cara, y no solo cantarlo, a restregarlo, a insultarlo, ese gestico de tocarse con una mano las güevas y con la otra mano insultar.

En ese momento pasó lo que tenía que pasar, los provocadores lograron botar la última gota, la que rebosó el vaso y acto seguido, comenzó la lluvia de monedas de norte a oriental y oriental a norte. Luego el ambiente se puso tan tensó que algunos se pasaron de norte a oriental para darse a los golpes. ¿La Policía? bien gracias, los dejaba pasar, y no era la primera vez que sucedía. Lo mismo pasaba entre oriental y sur, más personas pasándose tranquilamente de tribuna.

"Hinchas" se pasan de sur a oriental. La Policía mira, la Policía alcagüetea. Foto facebook
Violencia dentro del estadio. La Policía mira como se reparten golpes los "hinchas". Tribuna oriental con norte. Foto David Arango

¿Qué pasó después? Batallas, cuchillos, puñaladas dentro de la tribuna, y claro, ya los provocadores no estaban. Ellos prendieron la mecha de la batalla y huyeron.
¿Qué me tocó ver? Me tocó ver un hincha de nacional en el piso y un idiota con un cuchillo vestido de rojo lo iba a asesinar. Afortunadamente lo detuvimos y salvamos esa vida. Con una mano parar el cuchillo asesino, arriesgando a que me atacaran y con la otra mano levantando al sureño y diciéndole que se volara, ¡qué se fuera que acá lo iban a matar!.
¿Qué hice después? Del miedo, con mis manos llena de sangre de otras personas, y buscando una salida a esto, encontramos a un Policía animándonos para que nos tiráramos; nos tiramos hacia Oriental baja, unos casi tres metros de caída, pero era lo más sensato, o si no era esperar un puñal. El ambiente era tenso.

Ya en oriental baja pasó lo peor. La Policía, la cual debería estar arriba deteniendo la pelea, abajo hizo lo más “razonable”, lo que hacen para decir que si velaron por la seguridad… Me atacó, golpes, patadas, bolillazos. Pasó de todo, me hicieron de todo. Puedo contabilizar más de 10 golpes, desde mis tobillos, pasando por tres golpes en la espinilla derecha, incluso en donde me operaron y llegando hasta mi frente, sin mencionar los tres en la espalda.

Luego de la cascada, la "divina" Policía de nuestro país, nos sacó del estadio como delincuentes. El pecado fue salvarle la vida a un hincha de Nacional, pero igual, eso en Colombia ya no me sorprende. En la imagen pueden encontrar la misión de la Policía. No la entiendo, o al menos no con la Policía de Antioquia, ni la de Bogotá, la cual también es igual de violenta, manipuladora e irresponsable.


El fin primordial de la Policía es el mantemimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas para asegurar que los habiantes de Colombia conviva en paz.
Constitución Política de Colombia. Capítulo VII, artículo 218

¿Conclusiones? No sé. Hay que mucho que pensar y sobre todo, con cabeza fría. Lo único bueno es la satisfacción de salvarle la vida a una persona, de ver los ojos de esperanza mientras uno evita que le claven un puñal en el pecho, de resto, ¡Todo es terrible!

Soluciones: Claramente no se soluciona nada cerrando el estadio. Ya lo han cerrado y nunca ha funcionado, ni funcionará. El problema es cultural, y si hay que acabarlo, hay que hacerlo de raíz, no con pañitos de agua tibia que simplemente afectan a muchos. Afectan al equipo, ya que no tiene ingresos, afectan a los hinchas abonados que ya pagaron y no pueden entrar, y sobre todo y el que más duele, afectan a cientos de personas que viven del fútbol, a los vendedores del estadio, a los de las afueras del estadio. Ese es su trabajo y de esto viven, de vender comida.

¿Qué soluciones tengo? La primera, no soluciona mucho, pero algo hace. CERO HINCHAS VISITANTES EN TODOS LOS ESTADIOS DEL PAÍS. Nuestro problema es cultural, es de tolerancia, y no vamos nunca a aprender eso, el ser humano no es así. Esto no soluciona, pero evita tener núcleos de violencia. Terrible, pero ya se demostró que no se puede de otra manera.

La segunda, y es inmediata, y no sé porque aún no la han implementado. ¿Dónde carajos están los detectores de metal en el estadio? Tenemos un mundial en 3 meses, ya deberían estar funcionando.

La tercera, invertir en educación. Esto es un problema muy tenaz, las barras son nichos donde se trafica mucha droga, y donde hay droga, hay plata y existe todo que está pasando.

Por el momento no hay mucho más que decir, me despido molido, con moretones, pero feliz por salvar una vida.

La ñapa:
#1 Nuevas medidas de seguridad Felipe Palau para el ingreso al estadio: audio. Algunas interesantes, otras simplemente sin efecto, como por ejemplo prohibir la indumentaria, de hecho eso es anticonstitucional y va en contra del libre desarrollo de la personalidad.

#2 Una foto del momento donde apuñalaban al de nacional al frente mio.