Thursday 15 May 2014

Reflexiones de un profesor, en el día del profesor

Hoy, por ser el día del profesor, quisiera compartir unas palabras.

Ser profesor en Colombia, es un trabajo duro, mal pago, pero a pesar de todo importante.

En lo que respecta a mi, siempre he considerado que las cosas que hago, las hago por amor al arte: la investigación y la docencia. ¿Por qué amor al arte? Lo es por dos razones.

La primer razón es que es muy mal pagada; cuando existen gerentes o consultores que cobran 50 - 100 dólares la hora por hacer de mala gana una tarea, hay otros, que si están mejor preparado, que además son quienes se están inventando las nuevas metodologías, que no llegan a cobrar 15-20 dólares la hora dictada; sin contar las horas de asesoría o preparación a clase. 

Pila de éxamenes para calificar. Tiempo no pagado, pero que asegura la calidad del proceso de educación. 

La segunda razón es porque se ama lo que se hace, y cuando uno trabaja en lo que ama, nunca siente que está trabajando. No importa si hay que trasnochar, madrugar, trabajar 80-90 horas a la semana, cuando se hace en lo que a uno le apasiona, no se siente, y siempre es un placer.

Éstas dos razones me bastan a mi para creer que ser investigador y docente es verdaderamente un amor al arte; no importa la remuneración, de hecho, sabemos que hay mejores remuneraciones ahí afuera, pero nos quedamos en la academia por amor al arte, o específicamente, amor a la ciencia.

Amor a la ciencia, a la investigación; a que las variables cuadren y que inicialmente todo lo que se hace, sea por buscar una perfección, para que eventualmente cambie un granito del mundo en la manera en que, después de muchas trasnochadas, uno cree que debe funcionar.

Bueno, son muchas las cosas vividas como docente/investigador, haciendo la notación que ahora en Colombia para ser docente universitario, hay que tener al menos el Diploma de Maestría (en mi caso, Maestría en Ciencias de la Ingeniería), y que desde lo conseguí, he tenido de tener la oportunidad de haber tenido 225 estudiantes como profesor encargo.

Sin quitarle mérito mis anteriores experiencias, éstas también habían sido enriquecedoras, y creería que detrás de un tablero debieron haber llegado a estar unas 500-700 personas antes de poder la banda de capitán del equipo; experiencias como el profesor de Aras en Concurrente 5 semestres, en Diseño de Máquinas 3 semestres, los cursos 2 del CEC, además de los 2 semestres que era monitor de CAD-CAM, por allá en el 2005 cuando sólo tenía 18 años y no tenía una barba tupida.

Hoy en día, me siento afortunado de ser profesor en EAFIT, de enseñar física aplicada al diseño en ingeniería, o la popular Física de los miedos, pero creo que ya le han perdido el miedo, o amenos eso me llegaron a decir en un parcial durante el presente semestre.

También me siento afortunado de enseñar Ingeniería Concurrente, o en un nombre más entendible, metodologías y herramientas para el trabajo colaborativo y globalizado entre equipos multidisciplinarios. Una materia que amalgama perfecto todo lo que hice en la maestría y en lo que se avecina en el reto de los años a seguir. Una materia que representa gran parte lo que le hace falta a este país, a ver si sale de su letargo y sus técnicas de a administrar y ejecutar el trabajo en la misma manera en que se hacía en los años 80.

Creo que es hora de despertar y por las conversaciones de exalumnos de concurrente, varios de ellos también son conscientes de que si no trabajamos de ésta manera (la paralela), nos van a volver trapito viejo con los TLC, porque mientras en la metodología de trabajo paralelo alguien puede hacer un proyecto entero en 6 semanas, en Colombia con la metodología de trabajo secuencial, el mismo proyecto puede tomar 4 meses; no es de amanecerá y veremos, sino que hay que despertar hoy mismo y anticiparnos a cataclismo que se nos avecina y no hacemos nada.

Finalmente, quisiera compartir esta figura, una que de cierta manera mide mi índice de aceptación como docente. Gracias a ese 72% de los estudiantes que les ha gustado mi trabajo, y gracias también a ese 7%, que por ellos es que me trato de esforzar, ya que si bien sé que no soy monedita de oro, sé que si desciende es porque estoy haciendo bien mi trabajo, y ha descendido del 14%, al 5%, al 4% entre los tres semestres.

Encuesta de evaluación a la docencia.

Feliz día también a todos mis colegas, y ojalá que algún día la política de este país se acuerde que la educación es el verdadero pilar de la cultura y de la paz. Si no hay educación no hay nada … y si acaban con la guerra, pero no hay educación: sin educación no hay empleo, sin empleo hay desigualdad, si hay desigualdad hay violencia, y si vuelve a haber violencia, nos quedaremos en el mismo ciclo infinito que llevamos los últimos 60 años de guerra civil.

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